jueves, febrero 09, 2006

La araña

Yo estuve muy cerca de una mujer que se declaraba infoadicta. Cuando dijo eso, era la primera vez que yo escuchaba la palabra, pero me pareció adecuado. Además me pareció muy bien que una mujer que estaba tan cerca de mí como estaba ella, estuviera interesada por el mundo que la rodeaba. En fin, yo creo honestamente que un ciudadano que se precie de tal debe estar al tanto de lo que pasa en el mundo que lo rodea. Las miserias empiezan desde que uno se desconecta de los demás y el mejor modo de hacerlo es no sabiendo que es lo que pasa alrededor.

Me alejé hace un tiempo de la mujer de la adicción a la información, y seguiría siendo un intransigente defensor del ciudadano bien informado, sino fuera porque que se me cayó el discurso y la intransigencia.

Llegué a su departamento y hablamos, nos contamos chistes de todos los tipos, nos reímos de pelotudeces, comimos rico, escuchamos música y dormimos. Nos besamos y nos lamimos, nos miramos y olimos, nos juntamos, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo para hacerlo. No nos levantamos. Yo puse los despertadores temprano para sentir el placer de despertar y darse cuenta de que se puede volver a dormir, porque no hay nada que hacer. La desperté a ella para que sintiera lo mismo y nos quedáramos dormidos juntos. Fuimos al cine, no nos gustó la película, salvo que a mí me gustó la protagonista. Ella fingió estar celosa.

Seguimos comiendo rico y escuchando cosas buenas. Y seguimos en lo mismo, cada vez más juntos. Hasta que ella me dijo que estábamos exagerando.

No lo dijo como quien está dándose cuenta de que algo anda en verdad mal; lo dijo como quien nota que algo está muy bien, demasiado bien.

Dijo que si seguíamos así nos convertiríamos en una araña. No entendí. Suelo no entender a la primera cuado ella inventa cosas. La idea era que nos “mezclaríamos” y seríamos una sola entidad que, como una araña, tendría ocho extremidades. Me gustó lo que se le ocurrió.

Justo cuando decía eso, encontramos una posición en que por primera vez pude quedarme dormido abrazado sin morirme de calor. Así que tal vez, despertaríamos convertidos en una araña. Ella y yo como partes del mismo bicho.

Llegó el lunes en la mañana y tuvimos que partir en dos a la araña. Ella se quedó ahí y yo volví a ser un tipo medio triste y medio grave. Me subí a trenes, a buses, a aviones, leí diarios, escuché radios, vi televisores y trabajé. Cuando tuve tiempo de recordar de nuevo, me sentí feliz e incluso sonreí solo frente al espejo de un baño.

Me comuniqué con la ex de la adicción a la información, le dije que necesitaba una foto para tener memoria, como el gallo de la película Alta Fidelidad. Me la envió. La guardé. Pensé que a mi abuelo en sus tiempos, ese “me la envió” y “la guardé” le habría tomado unos cuantos días o tal vez unas semanas. Hoy las cosas son más rápidas. Bastaron unos botones y unos click y ella estaba en mis archivos personales.

Con mis compañeros de trabajo (todos ellos gente muy informada) debíamos preparar la reunión con un viceministro que tendríamos en un par de días.

- Yo creo que Pérez no va venir a la pinche reunión, debe estar muy ocupado. Dije.

- ¿Pero no sabes? ¡¡¡Pérez se fue al consejo, el nuevo viceministro es Wilkins!!!. Respondieron, mirándome con cara de señores serios.

Habían pasado cuatro días en que no había leído ni una página de prensa ni oído una sola palabra de noticias. Sólo había sido parte, con una mujer infinita, de un bicho que inventó ella. Sólo me había enterado de las cosas del mundo que ella inventó para nosotros y me di cuenta de que eso me mejoró la vida, de que sonreí solo frente al espejo y de que, al menos a algunas horas del día, cuando tenía tiempo de recordar, era feliz.

- No tenía idea. Respondí mientras sonreía.

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3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Respecto de las arañas te cuento que hace un tiempo lei sobre las arañas lo siguiente:
Antiguamente las arañas eran apreciadas como símbolos . En grecia constituían un ejemplo por su laboriosidad y habilidad en el arte de tejer tela, se consideraba que tenían poderes sobre humanos y bien hechores.
En la mitología de la india, la araña y su tela fueron consideradas como símbolo del centro del universo.

Me parecio interesante eso, pero ahora que leo tu blog me parecio mas interesante y entretenida la idea de mezclarse tanto con otra persona hasta convertirse en araña, en una sola araña, un cuerpo y ocho patas.
Ah otra cosa, eso de encontrar la posición perfecta para dormir ...... exquisito verdad, nosotros le llamamos a eso “posición amor”

Saluditos

9/2/06 15:20  
Blogger alexandro alvarez dijo...

Usuaria anónima: la araña del relato también tiene poder sobre los binehechores.
¿Por qué llaman ustedes a eso posición amor? ¿Me puedes contar? Pregunto porque además de dormir, hay muchas otras actividades humanas más cercanas al amor. ¿Como hicieron amor de dormir y de una posición al dormir?.

Gracias por el comentario.

9/2/06 16:00  
Blogger Alejandra Otero R. dijo...

lo amé

6/4/10 01:22  

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